Doctor Rafael Morla pronuncia semblanza del autor |
Palabras del Doctor Rafael Morla con motivo de
la puesta en
circulación del libro sobre Pedro Francisco Bono y su aporte a la emancipación
dominicana. Semblanza sobre el autor.
Es motivo de alegría
en esta tarde de julio tener la posibilidad de pronunciar algunas palabras en
torno a la vida académica e intelectual del doctor Julio Minaya Santos, quien
para dicha suya, sus familiares y amigos, nació el 18 de febrero de 1956 en
Villa Riva, aunque yo sé, que este hermano y amigo, es de muchas partes, puesto
que vivió un tiempo en San Francisco, otro tiempo en Sabana Grande de Boya, y
ya tengo más de treinta años conociéndole aquí en Santo Domingo.
Julio Minaya vino del
interior, como todos los compañeros de su generación, que le acompañamos en
esta difícil y problemática aventura de ser pensador, a estudiar filosofía a
las aulas de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo, obteniendo en 1988, el
título de licenciado en filosofía. Luego: en el 2007 obtiene la suficiencia
investigadora por la
Universidad del País Vasco, y en el 2011, la más alta
titulación que confieren las universidades europeas, al conquistar, por la
misma Universidad, después de una consistente labor de investigación, el
título de doctor en filosofía. Siempre, lo comente, y se lo hice saber al
mismo Julio, que él estaba dentro del grupo de compañeros, que al interior de la Escuela de Filosofía, eran
doctores de hecho, y que solo faltaba la correspondiente academia, que validara
dichos grados y estudios.
Es uno de los mejores
y más consagrados profesores de la
Escuela de Filosofía, si yo tuviera en algún momento la
posibilidad de ser su alumno, les juro a todos ustedes que no desaprovecharía
esa oportunidad. Desde los albores de los años 90 viene impartiendo ética,
lógica, teoría del conocimiento e introducción a la filosofía, tanto en la SEDE como en los Centros
Regionales.
Por su entrega como
docente y por su gran sentido de responsabilidad, en el año 1996, siendo yo
director electo de la
Escuela Filosofía , le solicite que aceptara el puesto de Coordinador
de la Cátedra
de Introducción a la
Filosofía , acertó el reto, y me acompañó durante los
periodos, 1996/99 y 1999-2002. Fue un extraordinario gerente, un ser humano
especial, con sentido común y de responsabilidad, con quien pensé en voz alta
las tareas y los desafíos de la escuela. Fundamos, junto a otros compañeros, la Revista Academia ,
la primera semana filosófica, sembramos de cursos de ética todo el país,
fundamos las tertulias filosóficas, y para coronar, realizamos con éxito
imperecedero, el Primer Congreso Dominicano Filosofía en 1999.
Luego, por sus aportes
y trayectoria, Minaya fue electo Director de la Escuela de filosofía
durante los periodos 2002-2005 y 2005-2008, bajo cuya dirección se afianzo la
escuela, haciendo un aporte inestimable al proceso de cualificación en
que hoy se encuentra.
Finalizada su labor de
director, a partir del 2009, asumió la conducción de la Asociación Dominicana
de Filosofía, desde cuyo espacio gremial, ha realizado, y sigue realizando una
encomiable labor de organización y orientación de los filósofos dominicanos. Ya
por este solo hecho, Julio quedaría consagrado como un gran gestor de la
cultura filosófica en la Republica Dominicana. Gracias del alma, hermano
Julio, por el desinteresado esfuerzo que realiza en favor de nuestro gremio.
Si pensamos en las
funciones tradicionales de la academia: docencia, investigación y
extensión, puedo decir que Minaya las ha llevado las tres con mucho acierto,
como docente, dije que es extraordinario, como extensionista, ha sido intenso y
permanente, llevando ideas, sentimientos y valores donde quiera que ha estado,
y hoy, con la puesta en circulación, de este, su primer gran libro, queda
consagrado, como uno de los grandes investigadores de la Republica Dominicana.
Y su obra, se sitúa, desde ya, como un texto clásico y de consulta, para
todos los que adelante quieran hurgar, de verdad, en la vida, la obra y
pensamiento de Pedro Francisco Bono.
Muchas Gracias
Doctor Rafael Morla.
15 de junio, 20014
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