DISCURSO DEL DECANO DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES CON MOTIVO DEL RECONOCIMIENTO A LA TRAYECTORIA EJEMPLAR DE LA MAESTRA LIGIA AMADA MELO


Decía Eugenio María Hostos, aquel puertorriqueño de origen y dominicano de corazón, que “el deber es la ley de la conciencia humana”. Un ser humano es fuerte, cuando cumple con su deber; un ser humano es grande, cuando se vence a sí mismo por cumplir con su deber; un ser humano es sublime, cuando a lo largo de su vida, ha logrado doblegar sus naturales inclinaciones, para no faltar a su deber. En este sentido, la personalidad que vamos a reconocer hoy, es fuerte, es grande, y es sublime. Ese ser humano especial, se llama, Ligia Amada Melo, para la cual, en señal de reconocimiento, respeto, admiración, y agradecimiento, pido un fuerte aplauso.
Es oriunda de la provincia Altagracia, Higuey, donde creció en un hogar cimentado en elevados valores, que terminaron por templar su espíritu, y por perfilar, su vocación a los estudios, al trabajo, y al bien común. Su historia de vida, es una singular combinación, del accionar político y educativo, con el sagrado nicho familiar.
Maestra Normal, Licenciada en educación superior por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Estudios Doctorales en Educación por la Universidad Alcalá de Henares, y Estudios Doctorales en Filosofía, por la Universidad Complutense de Madrid. Pocas personas logran elevar a la suprema perfección el principio de la UNESCO, de educarse y formarse a lo largo de la vida, pues, al compás de los grados obtenidos realizó decenas de cursos, cortos y largos, para perfeccionarse y para adquirir nuevas competencias, que le permitieran ser una maestra buena, y una ciudadana ejemplar de la República Dominicana.
Indagando sobre su trayectoria académica, la encontramos como profesora del Liceo de Educación Secundaria, Presidente Trujillo, en un nombramiento de Estado que data del 10 septiembre de 1957; luego, fue nombrada ayudante técnica de la Dirección General de Educación Secundaria, de fecha 21 de agosto de 1964; menciono estos dos momentos, porque parecen ser sus primeros pasos por la educación pública. En el 1969, ingresa por concurso de oposición a la asignatura didáctica general, en la Escuela de Pedagogía de la UASD, y como Profesora de Educación Secundaria en Ciencias Biológicas y Matemáticas, en el Liceo Juan Pablo Duarte, 1957-64; Directora Ejecutiva del Plan de Reforma de Educación Media, UASD, 1974-81; consultora en transformación curricular del programa de las Naciones Unidas, PNUD, y responsable del rediseño curricular en el nivel medio, durante el Plan Decenal de Educación.
En cuando a su vida institucional en la UASD, fue delegada profesoral al Consejo Técnico de la Facultad de Humanidades, 1972-74; Directora del Departamento de Pedagogía, 1974-81; Coordinadora de los Centros Regionales Universitarios, y durante muchos años, realizó labores educativas en los Centros Regionales de Higuey, San Francisco y Mao.
A lo largo de los años 70-80 realizó decenas de seminarios, entre los cuales se destacan aquellos dirigidos a la educación superior, todos ellos tienen como norte el perfeccionamiento docente y la reforma y la cualificación del sistema educativo nacional. También, se preocupó por comprender la realidad social dominicana, lo cual se refleja en la orientación de los cursos y seminarios realizados.
Como política y Mujer de Estado, ha sido exitosa, un éxito obtenido gracias al trabajo, y a un dilatado ejercicio político prendado de los más altos valores morales. Es una de las mujeres emblemáticas del Partido de la Liberación Dominicana, organización política que fundó junto al profesor Juan Bosch, y de la cual ocupa la condición de miembro de su Comité Central. Gracias a su batallar político fue diputada al Congreso Nacional, 1982-90, Secretaria de Estado de Educación, 1996-2000, y Secretaria de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, 2004-2008, puesto, este último, que tan dignamente ocupa en la actualidad.
Señores y señoras, olvidémonos por un momento de cuanto he dicho de Doña Ligia, porque cuanto ha hecho no sería nada, sino estuviera atravesado por las más altas prendas del valor moral. ¿Quiénes han sido los maestros de la maestra que hoy tan merecidamente reconocemos? Mi respuesta es, que sus guías espirituales, han sido, uno indirecto, y otro directo, Eugenio María de Hostos, y el Maestro Juan Bosch.
Eugenio María de Hostos y Juan Bosch, son los dos grandes maestros del pueblo dominicano, uno, en el siglo XIX, y el otro en el siglo XX. Hostos, decía, y es bueno recordarlo, que “la escuela más que nada, es un fundamento de moral”, que tiene por objeto formar en conciencia y en virtud a los hombres que necesita la patria, para su desarrollo económico, político, social y cultural.
Doña Ligia Amada Melo, acepte el reconocimiento que hoy sinceramente le tributa la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a través de su Facultad de Humanidades, que también es la suya; porque Usted, distinguida dama, con su trabajo, y con su ejemplo, ha contribuido, y sigue contribuyendo a edificar la patria que tenemos, y necesitamos, y a formar en valores y conciencia a miles de dominicanos.
Señores miembros del Consejo Universitario, personalidades y público en general que me escucha, creo que el mejor reconocimiento que le podemos tributar a Doña Ligia Amada Melo, es declararla “MAESTRA DEL PUEBLO DOMINICANO”.

Muchas gracias.

1 Comentarios

Rafael Morla de la Cruz ha dicho que…
Hola querido, esta muy interesante tu pagina. Tiene un buen perfil intelectual... chico