Defender y preservar la UASD




Por Rafael Morla


Hoy más que nunca se hace necesario defender a la Universidad Autónoma de Santo Domingo de todos los ataques injustos que sobre ella caen, y que producen desánimo y encuentran eco desde dentro. No estamos tan mal como nos juzgan, ni tan bien como queremos y aspiramos.
Rechazamos las acusaciones injustas, que buscan crear un ambiente favorable a la privatización. Primero te desacreditan, luego te marchan y destruyen. Aceptamos todas las críticas sanas y sinceras, porque nos ayudarán a crecer y ser mejor. La ética y la transparencia no son consignas coyunturales, constituyen el norte y el fundamento de la vida social e institucional.
La UASD nunca ha recibido los fondos necesarios para su desarrollo y cualificación. Por eso el programa de la modernización, la racionalización de la vida institucional y académica, constituyen tareas pendientes, por causa de que el Estado dominicano frustró y sigue frustrando el advenimiento de una universidad cualificada (sin cerrar puertas a los excluidos), capaz de optimizar la formación de los humanistas, científicos y técnicos necesarios para el desarrollo del proyecto nacional dominicano.
Pese a que los recursos necesarios no han llegado, y solo se nos ha permitido sobrevivir, la UASD siempre, solidaria con los más pobres, mantuvo y mantiene su política de puertas abiertas, incluso, sacrificando su propio proceso de cualificación. Es decir, el Estado, con su política lenta y persistente de aniquilación, le ha hecho pagar a la UASD, el costo de su propia filosofía social. Y esto, no lo quieren ver los críticos externos de la universidad, que han preferido por el momento hacer coro con sectores sociales que todo lo quieren privatizar, aun a costa del interés nacional.
Con inteligencia, trabajo creador y transparencia ética cambiaremos la percepción de que la UASD es un barril sin fondo y que se realizan gastos extraños a los fines de la academia.
La UASD no se rinde, ni baja sus banderas, tampoco dejará de cantar sus himnos, mostrar su escudo, contar su envidiable y emblemática historia y practicar la ética de la solidaridad y la responsabilidad con los empobrecidos de la República Dominicana.
Prohibido rendirse, luchemos por un presupuesto digno, que permita a la UASD desarrollarse, cualificarse y ocupar un lugar de honor dentro de las academias prestigiosas del mundo.
¡Una UASD unida en el cumplimiento de su misión y objetivos es invencible!
¡Una UASD formada por académicos y académicas honestos con una sólida moral personal y social es invencible!
¡Viva la UASD!
Santo Domingo, Ciudad Universitaria, 20-10-2011.

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