Recordando a Jacobo Moquete


El Pasado domingo falleció Jacobo Moquete de la Rosa, y con motivo de la ocasión, en el día de ayer, la Universidad Autónoma de Santo Domingo le rindió un sentido tributo. La UASD, el magisterio nacional, y por supuesto, Marcia Jiminian, hoy viuda Moquete, y toda su honorable familia, han tenido una sensible pérdida. ¡Mi más sentido pésame!

Jacobo fue ante todo un maestro, que sembró en sus alumnos el ideal de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Creyó en el pueblo dominicano y en la UASD, a cuyo servicio consagró lo mejor de su vida. Fue de los fundadores del Movimiento Renovador Universitario, que le dio nueva vida a la academia, al proclamar su carácter abierto, democrático y plural. Y en el país, siempre defendió las mejores causas, en particular, al magisterio nacional, y la propia patria dominicana, a la que tuvo el honor de defender en la trinchera de abril de 1965.

Fue un icono y una referencia de la escuela de pedagogía, al extremo de que no había manera de graduarse de licenciado en pedagogía, sin escucharle y aprender sus lecciones. Académico consagrado, supo combinar perfectamente las funciones de docencia, investigación y extensión. De ahí, el gran acierto de reconocerle como profesor meritísimo de la entonces Facultad de Humanidades.
Conversé con Jacobo muchas veces, y me dio la impresión de que era un hombre portador del don de la sabiduría, además de llevar instalado en el rostro una parsimonia natural, expresión de su comprensión profunda de la vida. Fue, sin dudas, un hombre de bien, que oriento su vida por las virtudes y valores humanos. 
En cualquier lugar en que se encuentre será bien tratado, lo que le augura un descanso en paz, tal y como vivió en su paso por la tierra. ¡Descanse en paz maestro de la UASD y del pueblo dominicano!

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